Nápoli supo reponerse de los dos jarros de agua fría que les echó el equipo francés, el primero al poco de comenzar el encuentro, con el gol de la ventaja que marcó André Ayew, y, ya en la segunda parte, el tanto de la igualada a dos que logró Florian Thauvin.

Pero el equipo italiano logró responder con goles a los envites del Marsella con los tantos del suizo Gökhan Inler y, en dos ocasiones, de Higuaín, tantos con los que cumplieron, aunque no de manera tan clara como se esperaba, con el plan pensado para este encuentro: una victoria italiana.