aprovechó un error de la defensa de y se clasificó este jueves para la final de la , en la que intentará alcanzar de nuevo su quinto título y vengarse de Egipto, país que ya le ha arrebatado dos copas continentales, una en 1986 y otra en 2008.

Michale Ngadeu, defensa del Slavia de Praga, rompió el partido al sacar petróleo de la falta de entendimiento entre el portero del Córdoba, Brimah Razak, y el defensor del Sivasspor turco John Boye para adelantar a su equipo en el minuto 72.

En el descuento, y con todas las “estrellas negras” en ataque a la desesperada, Christian Bassogog (Alborg) puso el 2-0 definitivo en un fulgurante contraataque.

El domingo, en Libreville, Camerún tendrá una nueva oportunidad de vengarse de Egipto, que buscará, por su parte, su octavo título en la Copa Africana de Naciones.

EFE