El Bayern Múnich obtuvo este sábado el título oficioso de campeón de invierno de la Bundesliga al golear a domicilio (0-4) al Augsburgo. Los cuatro goles llegaron recién en la segunda parte.

En el primer tiempo el rival local logró complicarle un poco las cosas achicando el campo con una marca a presión que apenas dejaba espacios para combinar.

En la parte de ataque, el Augsburgo no hacía mucho y se limitaba a situaciones con balón parado y a intentos de contragolpe. Al final del primer tiempo hubo uno que generó una salida espectacular del Manuel Neuer para cortar el avance en el último instante cerca de la raya central.

Del lado del Bayern, las llegadas peligrosas se limitaron a dos disparos desde lejos, uno de Arjen Robben y otro de Mehdi Benatia, y un remate del propio Robben dentro del área, desde un ángulo difícil, que encontró bien parado al meta Manniger.

El partido se rompió en el minuto 58, con un gol de cabeza del central Mehdi Benatia tras una falta lanzada desde el centro del campo por Franck Ribéry.

Después, con más espacios para combinar, el Bayern no tuvo piedad, en el 59’ Robben hizo el tercero un remate desde fuera del área, en el 68’ Robert Lewandowski marcó el tercero y en el 71’ otra vez Robben, con su típica jugada de recorte hacia adentro y remate de zurda, elevó la cuenta para sellar el marcador definitivo.

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Por primera vez, el partido empezó con Bastian Schweinsteiger y Xabi Alonso en el campo mientras que Mario Götze y Thomas Müller estuvieron gran parte del compromiso en el banco de suplentes.

EFE