El cuadro ‘azul y oro’ pasó más de un apuro para doblegar a un Fluminense, que en los primeros minutos fue el que tomó el control del partido y el que dispuso de las mejores oportunidades para abrir el marcador.

Pero la expulsión de Carlinhos le pasó la factura a los cariocas y dio paso a un Boca Juniors dominador, pero que tuvo que esperar hasta los seis minutos del complemento para abrir la cuenta por intermedio de Paulo Mouche.

De ahí en más, los boquenses no tradujeron su dominio con más goles y le dan vida a un Fluminense que sueña con revertir el marcador en el choque de la próxima semana a jugarse en Río.