La jerarquía del , en busca del trigésimo título de y cuarto consecutivo, y el crecimiento del Sevilla en los últimos quinquenios, con diecisiete finales en distintos torneos, se miden el sábado en una final que se estrena en el nuevo estadio del Atlético de Madrid, el Wanda Metropolitano.

Para el equipo barcelonista, será el primer título que anhela Ernesto Valverde, con el que quiere iniciar su legado en el banquillo de los azulgrana.

Si la suerte le sonríe a los barcelonistas, estos tienen a tiro un doblete, pues si ganan la final al Sevilla quedarán a un suspiro de obtener la Liga, a la que le faltan cinco partidos con el Barcelona en una posición claramente ventajosa.

El equipo viene de un empate en Balaídos (2-2), en un encuentro que se le puso complicado por el empuje del Celta, que a pesar de tener muchas ocasiones de marcar, al final acabó igualando en una jugada ilegal, en la que Aspas marcó con el brazo.

El Barcelona llegará a Madrid relativamente fresco, debido a que Valverde concedió descanso en el último choque a casi todo el equipo que se aventura como titular.