Tras irse al descanso con el marcador en contra por 3-0, el consiguió en los primeros minutos del complemento achicar la ventaja a solo un gol. Y cuando estaba por venirse el empate, un blooper de complicó todo.

El portero alemán quiso salir jugado con Mathieu por la banda, pero al intentar no dio un buen pase y el balón chocó en la cabeza del chileno Pablo Hernández para luego estrellarse en el poste y finalmente ingresar al arco.