A falta de confirmación oficial de David Trezeguet tras la información publicada en Clarín, el Mónaco, equipo en el que militó cinco temporadas entre 1995 y 2000 junto a Fabien Barthez, Thierry Henry, Rafael Márquez o Emmanuel Petit, ha querido rendir homenaje al prolífico ariete.

“‘Trezegol’ se convirtió en uno de los mejores delanteros de su generación, mundialmente reconocido por su talento, su eficacia, su profesionalidad y su longevidad”, señaló el Mónaco en un comunicado.

Fue en el Mónaco donde Trezeguet ganó enteros como futbolista, antes de pasar a la Juventus (2000-2010) y recalar después en el Hércules (2010/11), el Bani Yas (2011/12) de Emiratos Árabes Unidos, el River Plate (2012/14) con cesión de una temporada al Newell’s Old Boys, y el FC Pune City (2014).

Sin embargo, David Trezeguet (Rouen, 1977) comenzó a formarse en la Argentina natal de su padre, también futbolista, adonde emigró con dos años.

A los ocho entró en la cantera del Platense, en la periferia bonaerense, club con el que debutó en el primer equipo a los 16 años, antes de probar suerte en la cantera del París Saint-Germain (PSG) y terminar en el Mónaco.

Fue en Mónaco donde Trezeguet hizo valer su capacidad de anticipación y su colocación en el campo frente al talento técnico o físico de otros delanteros de su generación, como Ronaldo, Andriy Shevchenko, Henry, Didier Drogba o Samuel Eto’o.

Sus cualidades, las de un futbolista atípico con olfato de gol y una coordinación física muy particular, le abrieron la puerta de la mejor selección de la historia de Francia, debutando con menos de 20 años en un partido amistoso contra España.

Corría 1998 y meses después Trezeguet se proclamó campeón del mundo. Habitual suplente durante la competición, marcó un gol contra Arabia Saudita, provocó un penal contra Finlandia y asistió a Laurent Blanc en el gol de oro que le dio a Francia la victoria en octavos de final contra Paraguay.

También convirtió su disparo en la tanda de penales contra Italia, en cuartos de final, pero no disputó la final de París, en la que Zinedine Zidane y los suyos levantaron la copa frente a Brasil.

Dos años después, Trezeguet volvió a ser suplente en la Eurocopa de Holanda y Bélgica, pero le dio el torneo a su equipo.

Entró al campo en el minuto 76 y, ya en la prórroga, enganchó un centro de Robert Pirès para fabricar una histórica volea que le dio la victoria al equipo de Lilian Thuram, Laurent Blanc, Patrick Vieira…

Con tres títulos ligueros franceses de su etapa en el Mónaco, en el 2000 firmó por la Juventus, que aún entonces lideraba su compatriota Zidane. Trezeguet militó una década en ese club, con una media superior a los 21 goles por temporada.

Trezeguet conoció su máximo esplendor en Italia y se convirtió en el mejor goleador extranjero de la historia de la Juventus, con 171 goles, pero también con dos Serie A, una final de la Champions League (2003) o el trofeo de máximo goleador durante dos temporadas.

Entre tanto, y ante la manifiesta falta de confianza de Raymond Domenech, Trezeguet anunció en 2008 su retirada de Francia, con una media de 0,48 goles por partido y con el título honorífico de tercer mejor goleador, con 34 dianas que le sitúan por detrás de Henry (51) y de Michel Platini (41) pero por delante de Zidane (31).

En 2010, motivado por la que entonces era su esposa, de origen español, Trezeguet pasó una temporada en el Hércules, donde firmó 12 goles y terminó como máximo goleador del club. Después, con 34 cumplidos, se aventuró a conocer otro fútbol, en Arabia Saudita, Argentina o India.

Su retirada se conoce poco después de que su compañero Henry anunciara que deja los terrenos de juego. La jubilación de “Titi” suscitó una oleada de peticiones para que fuera convocado una última vez con Francia, en partido amistoso frente a Brasil el próximo 26 de marzo.

La despedida de Trezeguet no ha recabado, por ahora, el mismo eco que la de Henry. Será Didier Deschamps quien decida si convoca por última vez a quienes sudaron con él la camiseta para llevar a Francia a la gloria futbolística cuando el Siglo XX tocaba a su fin.

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