Sobre el césped del Liberty Stadium se encontraron dos equipos especialmente respetuosos con el balón que en los primeros 45 minutos demostraron su capacidad para triangular con velocidad y precisión en la zona de medios pero no fueron capaces de acercarse a puerta con peligro.

La mejor ocasión del primer tiempo la tuvo el francés Olivier Giroud, que cruzó un tiro raso desde el interior del área que salió algo desviado por la derecha de la meta del holandés Michel Vorm.

Özil volvía a gobernar la zona de medios del Arsenal, que todavía no contó con el español Santi Cazorla, lesionado desde su última convocatoria con la selección española y que podría estar listo para volver a jugar la próxima jornada.

Fue al cuarto de hora del segundo tiempo cuando el conjunto del francés Arsène Wenger logró adelantarse en el marcador. Lo hizo con una jugada colectiva que culminó en gol el centrocampista alemán de 18 años Serge Gnabry.

Tras el tanto, el Arsenal dio rienda suelta a su mejor juego, y apenas cinco minutos después Giroud, Özil, el inglés Jack Wilshere y Aaron Ramsey desplegaron un deslumbrante contragolpe que sentenció el duelo con el octavo gol del galés esta temporada.

El partido todavía debía dejar una muestra más de calidad: un estético globo del marfileño Wilfried Bony hacia el interior del área “gunner” habilitó al galés Ben Davies para recortar distancias en el minuto 82.

EFE