El ex réferi del fútbol argentino, Ángel Sánchez, tiene una rara afición. Él colecciona distintos objetos que durante su carrera le fueron arrojados a la cancha consignó este viernes el diario Clarín.

La “colección de objetos contundentes” comenzó con una radio que le arrojaron en Córdoba, hace nueve años. Todo está absolutamente fechado y ordenado por Mary, su mujer. “El museo fue idea de ella, yo guardaba cosas, pero nunca se me había ocurrido armar algo así. En 1999, cuando fui a dirigir el mundial juvenil de Nigeria, Mary empezó a juntar cosas relacionadas con mi profesión. Hoy son un orgullo para mí y para la familia”, confiesa, mientras muestra la 10 de Riquelme y la de Ortega.

En “El Rincón de Angelito”, como bautizó la familia al cuarto donde Sánchez guarda sus recuerdos, se pueden ver más de 200 pelotas, guantes de arqueros como José Luis Chilavert, fotos con jugadores, entradas del Mundial 2002, su credencial como árbitro de ese campeonato, y botines de grandes futbolistas, como los del Beto Alonso y Martín Palermo, agregó el tabloide.

Aunque lo más sorprendente quizás sea el estante dedicado a las agresiones que sufrió en un estadio: desde un encendedor en la cancha de All Boys hasta un celular que cayó de la tribuna de Racing. Ninguno de ellos lo impactó. Pero sí salió lastimado de un partido de Copa Libertadores en Chile. Ahí no tuvo oportunidad de recoger la pieza para su colección: una moneda certera, acotó y siempre de cuerdo a Clarín.

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