Una tormenta perfecta de engullir récords. Eso es en lo que se ha convertido el Barça de la era Guardiola, que a las gestas individuales de Valdés (876 minutos imbatido), Messi (202 dianas) y el mismo Pep (200 partidos) sumó otra una hazaña colectiva: medio millar de goles en tres cursos y medio, un tercio de los cuales llevan la firma de Lionel Messi.

Cuando el sorteo de la fase de grupos del pasado 25 de agosto deparó que al Barça le tocaba enfrentarse, entre a otros, al Viktoria Plzen , pocos pudieron pensar entonces que el nombre del modesto campeón de la desconocida liga checa quedaría marcado en rojo en los libros de la historia culé.

Y no por el meritorio, aunque inútil, esfuerzo del rival azulgrana, sino por la ristra de récords que ha dejado la visita a Praga, un partido en el que los azulgrana parecían querer hacer un homenaje constante a todas sus nuevas marcas.

Por su parte, Messi quería alcanzar el bicentenario de goles y vaya si lo hizo, con un “hat-trick”, el decimocuarto de una carrera imparable en la que ya suma 202 tantos.