Mile Jedinak, el capitán ‘aussie’, logró un triplete a balón parado que acabó con el sueño de (3-1) en la vuelta de la repesca intercontinental y clasificó a para el .

El fornido centrocampista local desniveló una eliminatoria que al final se llevó el equipo que mostró más ambición ofensiva en esta confrontación, aunque le acompañó la suerte en el primer tanto y la polémica en el segundo.

En el tercer tanto, con todo decidido y definido, la pena máxima fue indiscutible porque la falta de Jerry Palacios sobre Robbie Kruse fue clara. Jedinak de nuevo se mostró infalible.

Honduras, que se había defendido con mucho orden y eficacia en la primera mitad, trató de revertir la situación cuando se vio con el marcador en contra, pero no dio con la tecla para plantear más batalla y no tuvo más remedio que claudicar, con lo que se queda a las puertas de disputar su cuarto Mundial, algo que en la fase de clasificación de la Concacaf tuvo relativamente cerca.

Australia disputará su tercer Mundial consecutivo, tras participar en Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, y el quinto en el global, ya que estuvieron también en Alemania en 1974 y 2006.