espera contar con la mitad de jugadores de la 10 días antes de disputar el partido de ida entre . Más allá de comenzar siendo visitante en el Westpac Stadium, la delegación tiene otro obstáculo: el jet lag o el síndrome de cambio de zona horaria. ¿Qué significa esto?

Los vuelos a Nueva Zelanda duran más de 24 horas por las largas escalas que en la mayoría de casos son en Chile o Estados Unidos. Entonces, ¿cómo debe manejar la Selección Peruana el cansancio de un viaje tan largo? En un texto recogido de Financial Times, Charmane Eastman, especialista en ritmos biológicos del Rush University Medical Center en Chicago, quien ha estudiado el jet lag durante años recomienda alterar el horario de sueño de manera lenta con el fin de aliviar este síndrome al momento de llegar a su destino, en este caso: Nueva Zelanda.

Como se sabe, la diferencia horaria entre Perú y Nueva Zelanda es de 18 horas más, y el viaje largo de más de un día será perjudicial para los jugadores. Entonces, se recomienda que los jugadores adapten su hora de descanso, comidas y entrenamientos a este cambio de horario.

¿qué puede perjudicar el jet lag a los jugadores?

El artículo de Financial Times señala que el cambio de zona horaria es perjudicial a las personas que hacen un vuelo muy largo. Pueden padecer adormecimiento de una parte o la totalidad de alguna extremidad, entumecimiento muscular y rigidez articular, así como un mayor riesgo de deshidratación por el bajo grado de humedad relativa en el interior del avión.

¿Qué se recomienda para enfrentar el jet lag?

Un claro ejemplo de un jugador que enfrenta el jet lag es Lionel Messi, quien trató de evitar este síndrome durante la última fecha doble de las eliminatorias, según el diario AS. El capitán de la Selección Argentina fue muy criticado por la prensa albiceleste, pues llegó dos días antes del crucial partido contra Perú, junto a Mascherano. Sin embargo, todo tenía una razón: evitar el cambio brusco de zona horario adecuando los vuelos a su hora de sueño.

Lionel Messi y Javier Mascherano no volaron en la mañana del lunes, sino que lo hicieron en la noche de ese mismo día para que pudieran dormir todo el viaje hacia Buenos Aires. Por otro lado, los especialistas señalan que la hidratación será clave, procurando tomar bebidas gasificadas, estimulantes o alcohólicas (café, té, cerveza, etc.). Antes y durante el trayecto también recomienzas comer de manera ligera, evitando comidas pesadas, con exceso de grasas y picantes.

“Se pueden evitar las consecuencias del jet lag tomando en cuenta acciones en tres etapas: antes, durante y después. Así, semanas antes del vuelo de largas horas, se debe de comer sano y hacer deporte”, afirmó Fernando Lizárraga a Gestión, neurólogo de la Clínica Internacional.

El experto también señala que no se debe tomar pastillas antes de subir al avión, debido a que puede alterar las horas de sueño. Además, el ritmo cardíaco sería irregular y afectaría a la persona.

“Se recomienda cambiar la hora del reloj y poner la del lugar de destino”, señaló Carlos Manrique, director médico argentino de Bombicino Diagnósticos. Esta medida ayudará asimilar mentalmente el cambio de hora. Finalmente, indica que a penas el avión aterrice, se aconseja que se expongan al sol cuanto antes porque “así el cerebro ‘se da cuenta’ que es día y puede regularse adecuadamente”, según Lizárraga. Por otro lado, si se llega de noche, lo mejor sería dormir.