El día miércoles, el club Alianza Lima emitió un comunicado en donde aclara que las reuniones que tuvo en estos últimos días Guillermo Alarcón en Chile, con el grupo mexicano Pegaso, fueron para las coordinaciones finales de la pretemporada del equipo profesional para el año 2012 y para la presentación de la estrategia de márketing deportivo. Pero las noticias que han habido en el país de la estrella solitaria y la historia de este grupo de empresarios hace pensar que van por más.

¿Qué es el grupo Pegaso? Es un grupo mexicano que invierte en distintos sectores de la economía como telecomunicaciones, educación, deportes, entre otros. En el 2005, la Universidad de Chile pasaba por un mal momento económico y los mexicanos de Pegaso le plantearon al presidente de ese tiempo, Lino Díaz, comprar un paquete de partidos amistosos del club. Luego, en el 2007, iniciaron el gerenciamiento, que al final no fue una buena decisión para los azules.

Dos años duró la gestión de Pegaso en la Universidad de Chile pero al no tener buenos resultados, el grupo Azul Azul tomó las riendas del cuadro chileno y hoy es campeón de la Sudamericana, según informa Elcomercio.pe.

“Hubiera preferido la llegada de Yuraseck [inversor] y su grupo en vez de Pegaso/Mercom […] El negocio de estas empresas es prestar dinero a clubes afligidos, así los comprometen y amarran, y tienen una segura y constante entrega de jugadores para mover en el mercado”, dijo René Orozco a la prensa chilena hace un par de años, cuando Pegaso dejó la Universidad de Chile y Lino Díaz, un personaje cuestionado en su país, quedó trabajando para la empresa mexicana.

Desde junio de este año, Díaz y Jorge Barrera, de Mercom, filial de Pegaso en Chile, han visitado Lima para sostener reuniones en la casa de Alarcón. Así consiguieron comprar los derechos de los partidos amistosos de los grones por 300.000 dólares.

Todo esto hace indicar que Pegaso va más allá y pronto controlarían el club con una suerte de gerenciamiento y no sería visto como una venta. Lo que cada claro es que el futuro del cuadro íntimo no debería decidirlo Alarcón sino los socios.