Sobre el minuto 32 del primer tiempo, tuvo la posibilidad de vencer el arco del y poner 2-1; sin embargo, Joao Villamarín se comió un gol de forma increíble.

Tras un remate desde fuera del área de Sebastián Gallegos, Erick Delgado dejó un rebote cortó y en el centro. Villamarín encontró el balón sin marca y pateó muy suave a la cabeza del portero.