Junior Ross quizá no lo imaginaba. Claro, salió al campo en las dos finales a dar lo mejor de sí, pero el destino quería algo más para este habilidoso y veloz jugador: Quería que sea el más destacado.

Los goles definen partido y Ross lo definió. Real Garcilaso lo sufrió en el Cusco y también en Lima. Estuvo en el momento y lugar preciso y no falló. La mandó a guardar en las dos finales.

No se sabe si esto alcanzará para catapultarlo como el mejor jugador de Sporting Cristal, pero no hay que ser tampoco mezquinos. Ross no solo fue determinante en los ‘Play Off’, sino en casi todos los partidos en los que jugó con la celeste.

La hinchada quizá no tenía a Junior Ross como goleador de la final. Muchos habrán pensado en el oportunismo de Hernán Rengifo o la habilidad y definición de Irven Ávila. El buen remate de tiro libre o de larga distancia de Juan Carlos Mariño. Pero la final, los partidos importantes por el título, fueron para Ross.