En la primera mitad el partido se mantuvo lineal hasta la expulsión de Faría, que abrió claros para que los charrúas hagan daño en la defensa de su rival venezolano.

Sin embargo, Zamora golpeó primero: un error de Colombino en la medular propició una contra de Jhon Murillo, que no necesitó de nadie más para recorrer toda la mitad de la cancha y anotar entre las piernas del meta Leonardo Burián.

La noche aún se pondría más oscura para Colombino, que poco después del gol fue expulsado y devolvería la igualdad numérica a la cancha.

No fue hasta el descuento cuando Montevideo Wanderers vio luz en el costado izquierdo, desde donde Maximiliano Olivera centró a la llegada de Diego Riolfo para igualar antes del descanso.

Mejoró el equipo local a la vuelta, que salió con todo dispuesto a poner distancias de por medio y tuvo una clara ocasión en pies de Cruz Mascia que salvó el propio Murillo en línea de gol.

El esfuerzo en vano del equipo uruguayo fue castigado minutos después con un golazo de Arles Flores desde fuera del área, un disparo a la escuadra imposible de detener para el cancerbero de los uruguayos.

No tardó Murillo en disponer de una ocasión similar, que con Burián adelantado trató de sorprender desde lejos, pero el balón se estrelló en el travesaño.

Llagó entonces la jugada clave del partido, una gran carrera al desmarque que Leandro Reymundez le ganó a Ovalle, que derribó al delantero bohemio dentro del área.

Albarracín empató y ante un Zamora con nueve a Montevideo Wanderers no le costó hacer el tercero al saque de un córner tras un gran cabezazo del propio Reymundez, gran protagonista de la remontada local.

EFE