El Atlético Mineiro clasificó a los octavos de final de la Copa Libertadores como líder del grupo 4 al derrotar por 1-0 al Zamora de Venezuela, que fue eliminado de la competencia continental.

Un gol de Jô en el arranque del partido le permitió al actual campeón de la Libertadores a tomarse el encuentro con calma, ante un Zamora que fue flojo en la primera parte y que pudo empatar en la segunda.

Jô, delantero de la selección brasileña, fue el mejor jugador del Atlético Mineiro y, además del tanto, tuvo una gran ocasión en la segunda parte y evitó un gol cantado del Zamora.

Con doce puntos, el Atlético Mineiro terminó en primera posición del grupo 4 y el Zamora fue eliminado, con siete enteros, rebasado por el Nacional paraguayo, que ascendió a ocho puntos al derrotar por 3-2 al Santa Fe colombiano.

Los venezolanos ganaron cuerpo en la segunda parte, amasaron más el juego y se instalaron en la mitad brasileña de la cancha, con el buen hacer de Arles Flores, que se hizo fuerte en la medular.

Hugo Soto a punto estuvo de empatar en un remate de cabeza, pero Jô sacó el balón bajo palos, cuando la portería estaba vacía por una mala salida de Giovanni, que erró en el despeje.

La mejor etapa del Zamora fue interrumpida de forma abrupta por una agresión de Jonnathan España a Leonardo Silva, en una jugada sin balón que le costó la expulsión al defensa venezolano.

Tras la expulsión se cambiaron los papeles: el Zamora se desinfló y el Atlético Mineiro, más entero físicamente, volvió a amenazar la portería de Alexis Angulo.

Las mejores ocasiones de los brasileños estuvieron en los pies de Jô, que falló en un remate en el área pequeña, y Fernandinho, que después de regatear al portero, remató flojo permitiendo la llegada de un defensa rival.

Alineaciones:

Atlético Mineiro: Vítor, Marcos Rocha, Leandro silva, Nicolás Otamendi, Alex, Pierre, Leandro Donizete, Guilherme, Diego Tardelli y Fernandinho.

Zamora: Yáñez Angulo, Hugo Soto, Carlos López, Jonathan España, Luis Ovalle, Arles Flores, Luis Vargas, Ynmer González, Pedro Ramírez, Ricardo Clarke y Juan Falcón