Con varias atajadas increíbles, David Ospina fue una muralla infranqueable para Lionel Messi y el resto de la selección de Argentina hasta la tanda de penales, en la que no pudo detener ningún disparo y su equipo cayó a las puertas de las semifinales de Copa América.

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El guardameta cafetero estuvo muy cerca de parar el tercer lanzamiento de Éver Banega y el cuarto de Ezequiel Lavezzi, pero se quedó a centímetros de ser el héroe que diera el pase a semifinales a Colombia.

David Ospina, que en la fase previa sólo recibió un gol en la derrota del debut ante Venezuela (1-0), sorprendió con dos intervenciones prodigiosas.

La primera en el minuto 26 tuvo incluso doble mérito. Ospina atajó primero un remate de Agüero con los pies y, cuando el balón le caía franco a Lionel Messi para que abriera el marcador, pudo también desviar su cabezazo.

La segunda vez que el portero cafetero dejó con la boca abierta y frustrada a Argentina fue cuando despejó un remate del central Nicolás Otamendi a la salida de un córner que parecía gol.

AFP