Aunque algunos datos han sugerido una asociación inversa entre los niveles séricos de vitamina D y la incidencia de infecciones de las vías respiratorias, los participantes recibieron una dosis mensual de 100.000 UI de vitamina D3 no experimentaron una reducción significativa de la incidencia o severidad de los resfriados.

David Murdoch, de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, y sus colaboradores realizaron un ensayo aleatorio para examinar el efecto de la suplementación con vitamina D en la incidencia y severidad de infecciones de las vías respiratorias altas en adultos sanos.

Los investigadores notaron que no hubo diferencias estadísticamente significativas en el número de resfriados por participante (en promedio, 3,7 por cada persona en el grupo de vitamina D, y 3,8 por persona en el grupo placebo), la duración de los síntomas por episodio (un promedio de 12 días en cada grupo), el número de días de trabajo perdidos, o la gravedad de los episodios.

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