Para que tu plan de adelgazamiento sea un éxito y no deje de beneficiar la salud mientras restas kilos de tu cuerpo, os dejamos cinco reglas de oro que debes poner en práctica:

Empezar de a poco pero ser constante, si comienzas comiendo la mitad o menos que antes, o entrenando a alta intensidad más de dos horas diarias, de seguro tu plan tendrá poca vida. Para que puedas avanzar a paso firme, lo mejor es empezar de a poco, con paciencia, pero sin dejar de ser constante cada día. La regularidad y continuidad de los hábitos son los que darán resultados.

No ser tan severo ni estricto, pues la flexibilidad permite que tu plan sea sostenible en el tiempo. Si dejas de asistir a eventos sociales para no comer nada de lo que allí se presenta o si dejas de compartir la mesa con tu familia o amigos para así poder comer sólo lo que la dieta indica, sin duda no podrás sostener tu plan mucho tiempo, sino que acabarás cansándote.

Incorporar variedad tanto a tu dieta como al entrenamiento, ya que la variedad garantiza progreso y diversión. Así, variando lo que comes y los ejercicios o actividades que realizas, tu cuerpo no dejará de sorprenderse y no caerás en la monotonía que como hemos dicho, es el principal enemigo cuando buscas perder peso.

Mirar más allá de la dieta y el entrenamiento, es decir, atender el estrés, el tiempo de descanso, las emociones y demás factores que pueden influir en tu plan de adelgazamiento. Recuerda que el estado de ánimo, un nivel elevado de estrés o la falta de apoyo de quienes nos rodean pueden socavar tus intentos de perder peso.

Ser tolerantes y pacientes con nosotros mismos, pues todos tenemos tropiezos en medio de un largo proceso, por lo tanto, si hemos caído en la tentación de no ir al gimnasio o de comer un alimento calórico en grandes cantidades, intentemos perdonarnos y no volver a tropezar poniendo de nosotros un poco más de esfuerzo.

Fuente: Vitónica.com