Ya sea por desordenes en los horarios para dormir, malos hábitos en el uso de la tecnología o tensiones de la vida diaria, conciliar el se vuelve una tarea difícil y el es el protagonista en la vida de miles de personas.

Según la Asociación Mundial de Medicina del Sueño (WASM, por sus siglas en inglés), estos trastornos afectan a más del 45% de las personas en el mundo, pero, ¿de qué se trata este problema?

El insomnio es la queja persistente de dificultad para dormir a pesar de la oportunidad y las circunstancias adecuadas para el sueño. Suele presentarse de forma recurrente: diversos episodios al año y causa deterioro diurno. Cuenta con una o más de las siguientes características: dificultad para iniciar el sueño, dificultad para mantener el sueño, despertarse demasiado temprano o sueño no reparador o de mala calidad.

Hay diversos tipos de insomnio pero los que más destacan son:

Insomnio ocasional o transitorio: en general, cuando la dificultad para es pasajera o puntual (sólo dura unos días o máximo tres semanas). Las causas son tensión emocional, preocupaciones cotidianas, cambios ambientales, alteraciones ciclo sueño-vigilias (jet lag o turnos), enfermedad aguda.

Insomnio crónico: se considera que una persona puede sufre insomnio crónico cuando el insomnio dura meses o incluso años (más de tres-seis meses). Las causas son trastornos psiquiátricos, enfermedad crónica (asma, diabetes, enfermedad cardiaca), síndrome de apneas del sueño, fármacos estimulantes, entre otros.

¿Cómo ayudar a las personas con insomnio ocasional?

El neurólogo Miguel Córdova resalta que los insomnios necesitan el consejo farmacéutico y se puede recurrir a lo más inocuo para su tratamiento como la , tomar leche caliente en la noche o infusiones. Por el lado farmacéutico se recurre a los antihistamínicos y por el médico al uso de benzodiacepinas.

El especialista recomienda incluir hábitos de higiene del sueño:

  • Mantener unos horarios regulares de sueño

  • Ir a la cama solo cuando se tenga sueño

  • La siesta, si se hace, no debe superar los 20 minutos

  • Practicar ejercicio con regularidad no próximo a la hora de acostarse

  • Dormitorio confortable en temperatura y luz

  • Dieta equilibrada

  • A partir del mediodía, disminuir la ingesta de alimentos como el café, té, chocolate, bebidas alcohólicas

  • Cenar ligeramente y evitar comidas copiosas.

Si es que el insomnio ocasional en adultos permanece luego de haber aplicado estos consejos, el neurólogo Miguel Córdova recomienda el consumo de Dormidina de Galenicum Health. Pertenece al grupo de medicamentos antihistamínicos con propiedades sedantes, que en una rápida acción (30 minutos), ayudan a conciliar el sueño; logrando un efecto de entre 6 y 8 horas.