El estrés es un estado alterado del equilibrio emocional. Es un estado de tensión psíquica que puede afectar todos los niveles del ser (físico, afectivo, cognitivo, conductual).

El término fue utilizado por primera vez en 1936 para indicar las dificultades de adaptación de un organismo ante estímulos que interrumpen su ritmo biológico.

Hay que entender que el estrés es una reacción de alarma que se expresa con cambios biológicos y de comportamiento, y se agudiza cuando la estimulación persiste a lo largo del tiempo. Sea cual sea tu personalidad, hay normas generales que aumentan la resistencia al estrés.

Para controlarlo sigue estas recomendaciones:

1. Establece tiempos. Organizar tu tiempo por prioridades, a dejar que tu vida fluya sin que pretendas controlarlo todo.

2. Ten un hobbie. Las aficiones son una forma muy eficaz de dejar de pensar en nuestras preocupaciones.

3. Convive. Relaciónate con personas de entornos diferentes que tengan una influencia relajante

4. Sal y conoce. Haz actividades recreativas, solidarias o de contacto con la naturaleza.

5. Muévete. El ejercicio es esencial para aliviar las tensiones, además genera endorfinas que son los neurotransmisores del bienestar natural.

6. Medita. Eleva tu espíritu, trabajar la vida espiritual no significa necesariamente que seas más religioso, sino que desarrolles tu receptividad hacia las cuestiones más trascendentes.

No todos responden igual frente a las situaciones de estrés, unos se dejan llevar por los nervios y otros se bloquean o se desmoronan, pero debes recordar que ante situaciones difíciles lo principal es mantener la calma.

Fuente: Salud180.com