Sabías que, ¿un hábito se perfecciona con la repetición, mientras que la motivación y entrenamiento ayudan a consolidarlo? Pero lo difícil viene cuando debes cambiar hábitos que no son muy saludables.

Para cambiar una conducta hay que alterar el patrón mental que la genera. Al principio uno puede dejar un hábito, pero lo extraña y vuelve a él. Para pensar y vivir mejor es necesario armonizan el sistema emocional.

Es importante reconocer lo que está mal. Un mal hábito, pese a que perjudica, se repite. Es necesario explicitar el cambio y trazar una ruta para que el reloj biológico se acostumbre.

Un cambio exige darle prioridad, planearlo, ejecutarlo y controlarlo. La actitud vale tanto como la aptitud. El hábito de la habilidad enseña a hacer, el de la actitud las ganas de hacer. La clave es la proactividad, creer que uno puede cambiar.

Así que ya sabes, si quieres dejar esos malos hábitos que te están perjudicando, empieza creyendo que puedes hacerlo, que vas a superarlo. ¡Tú puedes!

Fuente: Salud180.com