Estoy cansada, la semana fue agotadora, son algunas de las excusas que se suelen ofrecer a la hora de cancelar una cita, sea social o laboral. Esto lo hacemos todos en algún momento de nuestras vidas; sin embargo, ¿qué sucede cuando se convierte en una rutina?.

En un artículo publicado por el Blog Psychology Today, el psicólogo Andrea Bonior, señala cómo la intervención de la tecnología ha generado que cancelar una cita se convierta en algo más sencillo, ya que se evita escuchar la voz de la desaprobación y culpabilidad que aparece al enfrentar a la persona.

El especialista comenta que no solo las tecnologías hacen que cancelar una cita sea más fácil, sino que esta acción se puede convertir en, muchas veces, algo crónico y por ello el individuo debe realizarse las siguientes preguntas:

1. ¿Quieres continuar con la relación?

2. ¿Te sientes obligado?

3. ¿No sientes interés sobre la persona?

Bonior índica que estas tres preguntas podrían contestar por qué una persona se convierte en un “cancelador crónico”; aunque sugiere, que este comportamiento también puede partir del hecho que se desea ocultar algo a los demás, a una depresión, ansiedad social o capacidad de atención.

Antes de cancelar una cita debes tomar en cuenta, ¿cómo esta puede afectar a la persona que estás rechazando?, ¿a ti mismo?, ¿al desarrollo de tus relaciones sociales y profesionales?.

Trata siempre de ser honesto contigo mismo y con los demás, esto te permitirá entablar y conservar nuevas relaciones, además de evitar caer en el hábito de cancelar citas.

Fuente: Salud180.com