La gran mayoría de las personas sabe que el cerebro es una parte fundamental de nuestro cuerpo, incluso una de las más importantes. Es en aquel lugar donde surgen las ideas, los sentimientos y se coordinan todos los movimientos del organismo.
Lo que poco se conoce es que existen algunos hábitos, aparentemente inofensivos, que pueden estar causando un deterioro del mismo. ¿No sabes cuáles? A continuación, te lo contamos.
1. Trabajar enfermos
Cuando trabajamos enfermos, el cerebro tiende a esforzar aún más el nivel de concentración a pesar de que no se encuentra en sus óptimas condiciones. Por ello, es importante guardar reposo para de esta manera poder realizar sin dificultades nuestra labor.
2. Dormir poco
Así como dormir mal, esto produce un desgate natural del cerebro. Además, la sustancia conocida como mielina, que tiene el efecto de reestructurar las células del sistema nervioso, se reduce debido al poco descanso físico y mental.
3. Saltarse el desayuno
Tal vez por la falta de tiempo o por la rutina del día a día, solemos saltarnos algunos alimentos básicos para iniciar nuestras labores como el desayuno. Esto, además de aumentar la sensación de somnolencia y fatiga, daña el cerebro.
4. No ejercitarse
Así como el sedentarismo, el no hacer actividad física es otro de los factores que influyen en gran medida en el deterioro prematuro de las funciones cerebrales, ralentizando sus procesos y dificultando la oxigenación del mismo.
5. Consumir alimentos muy azucarados
El consumo excesivo de azúcares interrumpe la absorción de nutrientes y si el metabolismo no lo asimila de la forma adecuada, esta mala alimentación interfiere en el correcto funcionamiento del cerebro.
6. No mantener la calma
Reaccionar agresivamente o el estar expuestos a un constante estrés generan un endurecimiento de las arterias del cerebro, causando, por consiguiente, una deficiencia del mismo.
7. Estar solos
Evitar el contacto con otras personas tiene un efecto negativo en la salud del cerebro. Por ello, es que los especialistas suelen recomendar a las personas que tienen algún síntoma de demencia, el participar en actividades sociales o eventos culturales con un fin de socialización.