Te duermes temprano para levantarte con toda la energía y, justo en tu rutina diaria, unas punzadas de dolor te doblan; y con ello fin del entrenamiento. Este padecimiento nos ha pasado a todos.

Las punzadas se localizan debajo de las costillas del lateral derecho y generan un dolor que fácilmente te quita las ganas de seguir corriendo. Para que no padezcas más, aquí te presentamos algunas recomendaciones prácticas para tener en cuenta al momento de :

1.Cuida la alimentación antes del entrenamiento

No ingerir justo antes de salir a trotar, ya que el proceso de la digestión sumado al esfuerzo físico solo te provocará malestar. Por ello, se recomienda esperar 3 horas de tu última comida. También es importante mantenerte hidratado en todo momento.

2. No olvides calentar

El diafragma es un músculo ancho situado entre las cavidades pectoral y abdominal, que tiene un importante papel en la respiración durante el entrenamiento. Por ello, los especialistas indican que las punzadas podrían ser causadas por la sobrecarga del diafragma debido a la falta de calentamiento antes del ejercicio. Lo ideal es empezar de a pocos e ir aumentando el esfuerzo progresivamente.

3. Respira y hazlo bien

Para cuidar el diafragma, también es importante mantener un buen ritmo en la respiración mientras se corre. Es indispensable preguntar a un experto quien te dirá cuál es la forma correcta que debes respirar para evitar las punzadas.

4.Corre con la postura adecuada

No vayas con la cabeza media enterrada en la pista mientras vas corriendo. Hazlo mirando hacia el frente para que tus pulmones puedan recibir más oxígeno durante la inhalación. Asimismo, pon la espalda recta, contrae el abdomen y saca un poco la cadera para no lastimarte la espalda baja.