La ingesta de productos ricos en grasas de origen animal y el bajo consumo de fibra, proveniente de frutas, verduras o cereales integrales, representan un problema sustancial que contribuye, además de comer por estrés, a la aparición de sobrepeso y obesidad.

Podríamos pensar que el estado de ánimo no tiene nada que ver con nuestra digestión; sin embargo, esto no es así, el hecho de que experimentemos estrés, tristeza, preocupación o alguna otra emoción está relacionado directamente con lo que sucede en nuestro aparato digestivo y viceversa.

Por el contrario, si el sistema digestivo funciona correctamente, todas las sustancias que se produzcan ahí estarán en equilibrio y se podrán manejar de mejor las emociones y situaciones inesperadas que surjan a nuestro alrededor, causantes de comer por estrés, entre otras cosas.

Y a todo esto, ¿Cómo podemos mantener nuestro sistema digestivo en buen funcionamiento? Sin duda, una alimentación adecuada es la clave para esto:

1. Incluir alimentos ricos en fibra como las verduras, frutas y leguminosas tales como frijoles, habas, garbanzos, entre otras.

2. La fibra de estos alimentos tiene la capacidad de retener agua y requieren de una mayor masticación y salivación, provocando con ello saciedad, lo que ayuda a controlar la ingesta de alimentos y contribuye en la regularización de la digestión.

3. Estudios de la Universidad de Cardiff en Reino Unido, concluyeron que las personas que consumían alimentos con más fibra, presentaban menos estrés emocional, menos dificultades cognitivas, más actitud positiva y menos niveles depresivos.

Actualmente nos podemos enfrascar en rutinas de vida llenas de estrés, trabajo y falta de hábitos que promueven el cuidado de nuestro tracto gastrointestinal, por lo que es un buen momento para pensar en tu cuerpo y consumir fuentes de fibra, como los cereales elaborados con fibra del salvado de trigo.

Fuente: Salud 180