Un estudio realizado con escáneres cerebrales muestra cómo saltarse el desayuno provoca horas más tarde que los alimentos grasos y ricos en calorías sean más atractivos.

Los escáneres de 21 personas mostraron que el cerebro se veía más atraído hacia esos alimentos cuando no se había desayunado.

Según los científicos, el hallazgo muestra el desafío que representa tratar de perder peso, ya que dejar de comer hace más atractivos a los alimentos calóricos.

Estudios previos ya han demostrado que el desayuno calma el apetito, dicen los nutricionistas.

Sin embargo, el doctor Tony Goldstone y su equipo del Imperial College de Londres querían saber qué ocurre dentro del cerebro y cómo esto altera la forma como una persona consume alimentos.

En el estudio participaron 21 hombres y mujeres de peso normal con un promedio de 25 años.

Según los investigadores, saltarse el desayuno provocó que el cerebro produzca una “predisposición” hacia los alimentos ricos en calorías.

Fuente: BBC