Muchos padres de familia a veces ya sea por el apuro o por ignorancia, envían loncheras inadecuadas para sus hijos, que a la larga solo les ocasionará una alimentación deficiente, bajo rendimiento y posibles enfermedades. Por ello es recomendable preparar una adecuada lonchera saludable que contenga lo necesaria para su organismo, manifestó la nutricionista del Hospital Sisol de Magdalena, Slovenia Ulloa Acuña.

“Una lonchera saludable debe incluir proteínas, necesarias para el crecimiento, desarrollo, protección del sistema inmunológico y consta de alimentos como: Los lácteos, pescado, huevos, carnes de todo tipo, menestras (soya, lenteja, habas), granos como la quinua, siempre dando preferencia a los de origen animal porque se absorben mejor. Debe estar presente carbohidratos y grasa de buena calidad que aportan la energía que constantemente gastan los escolares, ayudándolos a estar activos y no cansados, como ejemplo: camote, cereales (cancha, trigo, quinua, mote), el pan, choclo, etc.”, precisó.

Valor de la quinua

Según Slovenia Ulloa, este cereal andino contiene mucha proteína, hasta 50% más que otros cereales, la Organización Mundial de la Salud (OMS), considera la proteína de la quinua tan completa como la de la leche.

“La proteína que contiene la quinua es casi completa. Es uno de los pocos vegetales que ofrece esta ventaja. Es rica en hierro, potasio, riboflavina, varias de vitaminas del complejo B, magnesio, zinc, cobre y otros. Por esta razón es ideal incluirla en la lonchera, ya sea como bebida junto con una fruta o como postre con leche o tipo mazamorra”, indicó.

Alimentos nocivos para los escolares

Para la nutricionista del Sisol, son nocivos todo producto envasado que contenga colorantes y azucares pues por ejemplo la Tartrazina llamado Color Amarillo , se encuentra en productos como galletas, de derivados cárnicos, refrescos, bebidas, zumos, golosinas, gelatinas, gomitas, etc, Produce reacciones alérgicas, como urticaria (ronchas), edema y rinitis, entre otras, en las personas que la ingieren, siendo más vulnerables los niños y las personas que padecen de Asma, así como hiperactividad en niños muy pequeños.

“Por el lado de los azucares, fomentan el aumento de peso llevando hacia una obesidad y sobrepeso, fuera del riesgo a diabetes que se encontrando mucho en los niños al momento de acudir a la consulta, mucho más riesgoso si el pequeño no tiene un horario dedicado a la actividad física”.

Consecuencias de la “Diabesidad”

Diabesidad es el término instaurado en el año 2001, para destacar la estrecha relación entre las dos epidemias del siglo XXI: diabetes y obesidad. El consumo de altas calorías, los alimentos ricos en grasas saturadas y trans, complementado con una actividad física inadecuada, está causando un incremento del número de personas ya sea adultos y niños sean obesas, a pasos acelerados.

“Este siglo es la era, sin precedentes, de la obesidad. Por ello, es necesario tomar medidas urgentes, incluyendo la detección, prevención y tratamiento precoz, en un intento de detener esta epidemia. Durante la última década, la escalada en los casos de diabetes ha ido en paralelo al rápido aumento de las tasas de obesidad, es por eso el llamado de atención a los padres a vigilar y cuidar la alimentación de sus niños porque los están encaminando hacia una enfermedad y a una mala calidad de vida”, agregó.

Fuente: Difusión