El comportamiento sexual compulsivo se gesta, en la mayoría de los casos, en la mente, donde las fantasías sexuales, los sueños y los pensamientos eróticos se convierten en la válvula de escape de los problemas laborales, las relaciones rotas, la baja autoestima o la insatisfacción personal. Sin embargo, tener sexo intenso puede generar graves problemas para la salud.

Para el doctor Issa Dahabreh, de Tufts Medical Center en Boston, súbitos aumentos de actividad física moderada a intensa, como trotar o tener sexo, incrementan de manera significativa el riesgo de sufrir un infarto, especialmente en personas que no realizan ejercicio regular.

Un grupo de investigadores analizó datos de 14 estudios examinando el vínculo entre el ejercicio, el sexo y el riesgo de ataques al corazón o muerte cardíaca súbita, un ritmo mortal del corazón que hace que la sangre deje de circular.

Los investigadores encontraron que las personas que se ejercita excesivamente son 3.5 veces más propensas a sufrir estos riesgos comparado con los momentos en que no lo están haciendo; y son 2.7 veces más propensos a sufrir un infarto cuando practican sexo o inmediatamente después.

“Estos riesgos se elevan sólo por un breve período de tiempo (1 a 2 horas) durante y después de la actividad física o sexual”, señaló Jessica Paulus, otra investigadora de Tufts. Por lo tanto, las personas que no se ejercitan con regularidad deben comenzar cualquier programa de ejercicios con lentitud, aumentado gradualmente la intensidad de las prácticas con el tiempo.

Fuente: Salud180.com