Un nuevo estudio en el que participaron 64 niños ofrece pistas sobre por qué los sonidos podrían alarmar a los niños autistas.

Los niños con autismo experimentarían retrasos cuando su cerebro intenta procesar información recibida mediante los ojos y los oídos al mismo tiempo, según la investigación.

Como resultado, tienen problemas para emparejar los sonidos, sobre todo el habla, con sus fuentes, informa Health Day.

“Perciben el mundo de una forma realmente interesante y fragmentada, en que la señal visual y la señal auditiva no están emparejadas en el tiempo entre sí”, señaló el autor del estudio, Mark Wallace, director del Instituto del Cerebro Vanderbilt en Nashville, Tennessee.

“Y si piensa al respecto, esto puede tener todo tipo de consecuencias para las capacidades de lenguaje de estos niños, e incluso para sus interacciones sociales”, señaló.

En Estados Unidos, se estima que alrededor de uno de cada 88 niños tiene alguna forma de autismo. Las señales principales incluyen conductas repetitivas y problemas con la comunicación, las interacciones sociales y el procesamiento sensorial. Algunos niños que se ubican en lo que se conoce como el “espectro autista” podrían tener síntomas leves, como en el síndrome de Asperger, mientras que otros tienen autismo en toda regla.

Los investigadores compararon a 32 niños con un trastorno del espectro autista con 32 niños que se desarrollaban con normalidad. Todos los niños tenían entre 6 y 18 años de edad, y fueron emparejados según la edad y sus puntuaciones en pruebas de inteligencia.

Les hicieron sentarse frente a monitores de computadora en una habitación con luz tenue e insonorizada. Entonces, les presentaron una serie de vistas y sonidos, como una luz brillante con un chasquido, un sonido metálico cuando un martillo virtual golpeaba un clavo, y los sonidos “bah” o “gah” con labios en movimiento. Los investigadores cambiaron el intervalo entre la imagen y el sonido muy ligeramente entre cada prueba. Se les pidió a los niños que dijeran cuándo sucedían juntos y cuándo estaban separados.

El investigador explicó que normalmente el cerebro tarda más o menos un cuarto de segundo en identificar las vistas y los sonidos que van juntos. Pero los investigadores hallaron que los niños autistas tardaban alrededor del doble, o sea más o menos medio segundo.