No todas las personas pueden someterse a un tatuaje, existen circunstancias personales que pueden contraindicarlo, como las mujeres embarazadas y personas que presentan trastornos de la coagulación, padezcan de queloides (engrosamiento) en sus cicatrices, quienes sufren de vitíligo o psoriasis, manifestó el dermatólogo Ennio Barrón Nuñez, de Aiko Medical Spa.

“Una zona de tatuaje común es la zona lumbar, esto debería ser contraindicado en mujeres, ya que en el parto pueden tener que recibir anestesia peridural y de hacerlo el pigmento arrastrado por la aguja puede depositarse en la médula espinal y acarrear problemas neurológicos graves”, precisó.

El especialista explicó que los cambios en el cuerpo incluyendo el aumento de peso, el embarazo, pérdida de peso o el envejecimiento, pueden afectar la apariencia de los tatuajes.

“La colocación de tu tatuaje tendrá un impacto significativo a medida que cambie el cuerpo, sin embargo, en hombres, la tinta en los brazos o abdomen suele alterarse significativamente por las variaciones de peso, mientras que en mujeres notarán más diferencias si los tatuajes son en las caderas, los muslos, los senos o el vientre”, anotó.

Según Ennio Barrón, de acuerdo a la Sociedad Peruana de Hemoterapia, uno debe esperar al menos doce meses luego de haberse tatuado para poder ser donador de sangre. El tatuaje en sí no representa un peligro, el peligro es que se pudiera haber infectado con algún virus como el VIH, hepatitis B o C.

“En caso de estar en un ‘periodo ventana’ este es en promedio de 4 a 6 meses por lo que luego de aquel debería manifestarse cualquier infección viral peligrosa. Por seguridad extrema la Sociedad Peruana de Hemoterapia tiene estos reparos”, refirió.

Para Barrón existen varias formas de eliminar los tatuajes, la mayoría poco efectivas y con probabilidad de dejar cicatrices deformantes. El método más efectivo y con menor probabilidad de producir cicatrices es el Láser.

“El láser permite penetrar en la piel y destruir las partículas de color; de esta forma, la tinta se fragmenta y se va disolviendo. Para eliminar los tatuajes con esta técnica, son necesarias entre cuatro y seis sesiones (a veces más) con cuatro semanas de intervalo. En algunos casos la eliminación es casi total, en otros se pueden fijar restos de color y en zonas como el escote o la espalda pueden aparecer cicatrices importantes”, agregó.