Estos productos se pueden considerar en una dieta ya que ayudan a adelgazar, pero deben considerar la patología y la edad del paciente, según indicó Tanya Rocca Gastelo, nutricionista del Hospital Sisol de Chorrillos.

“La supervisión del nutricionista es necesaria. Hay pacientes que consumen productos denominados ‘light’, pero están con sobrepeso porque no saben balancear su alimentación, indicó Rocca.

El edulcorante es aquella sustancia, natural o artificial, que sirve para dar un sabor dulce y más agradable a los alimentos, y es recomendado para una dieta porque permite hacer más llevadero un plan nutricional logrando que sea sostenible en el tiempo.

Los edulcorantes naturales como la glucosa y fructuosa, presentes en la miel, frutas y algunas verduras, son los más recomendables porque aportan calorías a la dieta, con excepción de la stevia, que es una planta, pero que casi no aporta calorías.

Los artificiales también aportan dulce al alimento, pero suelen no aportar calorías a la dieta. Los más conocidos son sacarina, sucralosa, ciclamato y su uso se incluye en cientos de productos de consumo diario (galletas, cereales, gelatinas, gaseosas, chocolates etc.)

Estos saborizantes juegan un papel positivo en la prevención de la diabetes y el sobrepeso ya que no afectan los niveles de insulina y glucosa en sangre, ya que su aporte calórico es muy bajo o nulo, según informó Andina.

La especialista advirtió que el consumo de la fructuosa y la stevia requieren de una supervisión nutricional minuciosa en el caso de pacientes diabéticos, igualmente cuando se trata de niños y gestantes.