La investigación también encontró que es más probable que estos jóvenes, sean acosados y que usen esteroides, por este motivo.

Los científicos analizaron datos recolectados de más de 2,100 chicos que tenían unos 16 años en 1996 y a quienes se dio un seguimiento durante trece años. El estudio incluyó a más de 1,400 blancos, unos 500 negros y más de 230 hispanos. Los demás eran de origen asiático o de las Islas del Pacífico, amerindios o de “otra” raza.

El estudio halló que los que pensaban que tenían falta de peso pero que en realidad tenían un peso promedio o mayor, presentaban los niveles más altos de síntomas depresivos.

Esos resultados permanecieron constantes durante toda la investigación, que terminó cuando los participantes tenían casi 30 años, según informa Health Day.

Los chicos adolescentes que creían que tenían un peso bajo pero que en realidad tenían un peso saludable también eran más propensos a estar deprimidos que los que creían que tenían un peso promedio. Pero no eran tan propensos a estar deprimidos como los que creían que tenían un peso muy bajo, halló el estudio.

En el segundo estudio, se analizaron datos de una encuesta de 2009 con más de 8,000 chicos que estaban entre noveno y decimosegundo curso por todo EE.UU. El estudio halló que los que creían que tenían un peso bajo eran más propensos a tener depresión que los que tenían un peso promedio o tenían sobrepeso.

Los jóvenes que creían que tenían un peso bajo eran más propensos a ser víctimas del acoso y a usar esteroides, según el segundo estudio hecho por la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, que aparece en una edición en línea reciente de la revista Psychology of Men & Masculinity.