Las mujeres podrían necesitar un tratamiento más temprano y más agresivo para la afección, según determinaron los autores del estudio.

“La comunidad médica pensaba que la hipertensión era igual para ambos sexos, y el tratamiento se basaba en esa premisa”, comentó el autor principal, el Dr. Carlos Ferrario, profesor de cirugía en el Centro Médico Bautista de la Universidad Wake Forest.

“Este es el primer estudio que considera el sexo como un elemento en la selección de (medicamentos para el tratamiento de la hipertensión) o que basa la elección de un medicamento específico en los diversos factores que explican el aumento de la presión arterial”, indicó el especialista.

A pesar de que las muertes por enfermedades cardiacas se han reducido drásticamente en los hombres en las últimas tres décadas, no ha ocurrido lo mismo en las mujeres. Por el contrario, las enfermedades cardiacas son una de las causas principales de muerte en las mujeres estadounidenses.

Los investigadores realizaron una serie de pruebas especializadas a 100 hombres y mujeres de a partir de 53 años de edad con una hipertensión que no había sido tratada, pero sin otras afecciones médicas, según informó Health Day.

Las pruebas midieron las fuerzas que intervienen en la circulación sanguínea, además de las hormonas que intervienen en la regulación de la presión arterial. Su propósito era determinar si el corazón o los vasos sanguíneos estaban involucrados principalmente en la hipertensión de los participantes.

En las mujeres y los hombres con el mismo nivel de hipertensión, las mujeres tenían entre un 30 y un 40 por ciento más de enfermedades vasculares que los hombres.

También se hallaron diferencias fisiológicas significativas en el sistema cardiovascular de las mujeres, incluyendo los tipos y los niveles de las hormonas que regulan la presión arterial.