Hombre, 35 años y VIH positivo. Este es el perfil de los afectados por una enfermedad de transmisión sexual que parecía relegada al pasado pero que lejos de haberla vencido, los médicos vuelven a enfrentarse a ella.

La Agencia de Salud Pública de Barcelona ha lanzado una alerta médica para que el colectivo se mantenga atento al hasta ahora olvidado Linfogranuloma venéreo.

Se trata de una ETS (enfermedad de transmisión sexual) que es muy frecuente en países tropicales y que se transmite a través de prácticas sexuales desprotegidas.

Generalmente, cuando hablamos de estos tipos de contagios pensamos en el sida, la clamídea o la sífilis, sin pensar que hay más aunque eso sí, todas cortadas por el mismo patrón, la falta de protección.

En el año 2003-2004 se empezaron a diagnosticar varios casos en Holanda “sobre todo entre la población homosexual” y en España hubo algunos hasta 1980 pero a partir de entonces la enfermedad parecía que había caído en el olvido.

Para sorpresa del colectivo de médicos, en 2004 desde la Unidad de Infecciones de Transmisión Sexual diagnosticaron en Barcelona el primer caso del siglo XXI, un joven homosexual que había mantenido relaciones íntimas con un hombre holandés.

En el resto de Europa y en norteamerica se están dando casos también, sobre todo en ciudades grandes y a las que viajan o residen muchas personas del colectivo homosexual. En Londres, ya se han detectado 500 personas infectadas con esta cepa y en Berlín y Amsterdam calculan un número similar.

Ante el alarmante brote y la alta posibilidad de que haya más contagios, desde la Agencia de Salud Pública de Barcelona, avisan de la importancia de usar preservativos y guantes de látex para prevenir el contagio y de acudir al médico y a las unidades especializadas ante cualquier síntoma.

Estos pueden aparecer entre los tres días y los 30 días posteriores al contacto y la enfermedad se manifiesta como una pequeña úlcera o granito o la inflamación de los ganglios regionales de la zona genital.

La importancia de avisar a todos los contactos sexuales de la persona infectada ya que un diagnóstico a tiempo es crucial, lo que empieza como un simple picor puede terminar en algo muy serio, por ejemplo en una afección pulmonar.

Fuente: ABC.es