La cara es el espejo del alma pero también es el reflejo del paso de los años, volviéndose más notable a partir de los 30 a 35 años. Los principales signos del envejecimiento que nos delatarán son la pérdida de la lozanía, las manchas, la desmineralización, la flaccidez muscular y los vasos dilatados. Si bien no pueden ser completamente evitados, hoy en día pueden ser minimizados drásticamente.

Para poder lograrlo, la tecnología nos provee de un novedoso tratamiento dentro del campo de la Medicina Estética, el denominado Fotorejuvenecimiento facial mediante Luz Pulsada Intensa o IPL (por sus siglas en Inglés, la cual trabaja con 4 filtros con diferentes longitudes de onda para realizar otros procedimientos como depilación definitiva progresiva, tratamiento del acné activo y sus secuelas y rosácea).

La Luz Pulsada Intensa emite un haz de luz similar al del Láser pero mucho más versátil ya que puede modificarse según el tipo de problema y la piel del paciente. Con el IPL facial se pueden corregir los principales signos del envejecimiento y conseguir la tan ansiada recuperación de la elasticidad con la consiguiente turgencia de la piel.

“A diferencia de los diversos tipos de tratamientos faciales (peeling químico ó mecánico, microdermoabrasión, láser, etc.) que eliminan las capas externas de la piel y necesitan de un tiempo de regeneración para que el tejido cutáneo vuelva a crecer, el Fotorejuvenecimiento por Luz Pulsada Intensa, es un procedimiento gradual y no invasivo, que activa los mecanismos biológicos de renovación de la epidermis”, dijo la doctora Kalieska Arroyo, experta en el tratamiento.