Alguna vez, todos nos hemos aguantado las ganas de ir a orinar. La mayoría de los casos, es porque la situación no nos permitía ir al baño por lo lejos que se encontraba o porque estábamos en medio de un compromiso laboral.
A continuación, te contamos cuáles son la consecuencias si esto sucede frecuentemente:
1.Infección urinaria
Aguantarse de ir a orinar afecta al tracto urinario. El motivo es que la orina tiene gérmenes y si está posada por más tiempo del debido, puede desembocar en una infección.
2.Hinchazón
Al no expulsar los líquidos se tiene una sensación de hinchazón. Además, el cuerpo se acostumbrará a retener agua y ya no se podrá expulsarlo tan fácilmente.
3. Cálculos renales
La formación de pequeñas piedras en los riñones se suele evacuar por la orina, siempre y cuando sea algo menor, pero si se acumula, ya no se podrá eliminar por esta vía y termine siendo un problema quirúrgico.