Una de las neoplasias que más afecta a las mujeres (aunque también aparece en hombres) es el . Según cifras del proyectadas por el Observatorio Global del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (Globocan), durante el 2020 se diagnosticaron más de 6 860 nuevos casos.

Esta enfermedad se presenta debido al crecimiento descontrolado de células que, al alterarse forman un tumor o bulto maligno que puede ser leve o grave. Una forma de detectar la presencia de la neoplasia es con un autoexamen de mama, aunque la mamografía es la que más recomiendan las instituciones expertas.

La mamografía es el único examen que permite identificar lesiones o tumores menores a 2 cm, aún no percibidos por el tacto. Es decir, facilita encontrarlo en etapa inicial para brindar un tratamiento eficaz. Esto es muy importante porque para el 2025 se esperan 7 800 nuevos casos, un incremento de casi mil casos por año a los que se diagnostican actualmente”, señala Martín Falla, oncólogo de Oncosalud.

De acuerdo con el especialista, las mujeres deben realizarse el examen anualmente a partir de los 40 años. La mamografía ayuda a visualizar el interior del tejido mamario para buscar lesiones tempranas.

El procedimiento para realizarlo es muy simple: En principio, la paciente debe estar de pie y colocar la mama sobre una placa de plástico. Después, se comprime con otra placa para esparcir el tejido mamario y que, al capturar la imagen, pueda ser analizada a detalle”, indica el especialista.

Cabe destacar que si el cáncer de mama es detectado a tiempo puede tener resultados exitosos hasta en un 90 % de los casos, si es detectado a tiempo. La mamografía cumple un papel importante en ello.