La es una enfermedad viral que afecta a las vías respiratorias (nariz, garganta y bronquios). Cuando se presenta, o aparecen sus primeros síntomas, las personas suelen recurrir al consumo de antibióticos para tratarla.

Sin embargo, de acuerdo a químicos farmacéuticos del Centro Nacional de Control de Calidad (CNCC) del Instituto Nacional de Salud (INS) del (MINSA) hacer eso no es recomendable.

Los antibióticos combaten las infecciones causadas por bacterias y al tomarlos para combatir la gripe (producida por un virus) se puede crear resistencia y cuando de verdad los necesites no producirán los resultados esperados”, comentan los especialistas.

La mejor forma de prevenir la gripe es lavarse las manos, beber abundante agua, abrigarse y aplicarse la vacuna antigripal anualmente. Los más propensos a padecerla son los niños menores de 5 años, personas mayores de 65 años, embarazadas, entre otros.

Es importante diferenciar un resfriado de una gripe. El primero presenta congestión nasal, estornudos y dolor de garganta; en cambio el segundo también produce dolor de cabeza, muscular y articular, ocasionando que no puedas continuar con tu rutina diaria.