Ante el dolor crónico, muchos pacientes recurren a los para controlar y aliviar el malestar.

“El control del dolor crónico es parte de la atención que ofrecen los cuidados paliativos, cuyo propósito, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es mejorar la calidad de vida de los pacientes y familiares que se enfrentan a problemas vinculados con enfermedades que representan un riesgo para la vida, mediante la prevención y la mitigación del dolor a través del diagnóstico y tratamiento adecuado del dolor”, señaló la doctora Elizabeth Díaz, presidenta de la Sociedad Peruana de Cuidados Paliativos (SPCP).

Sin embargo, en la actualidad, cerca del 80% de la población mundial tiene poco o nulo acceso a este tipo de tratamiento. En América Latina, el 96% de esta necesidad médica no está cubierta y en el Perú la situación es aún más compleja: hacia el 2010, solo se consumía un total de 1.77 mg/per cápita, mientras que la media en la región era de 7.97 mg, muy lejos de los 522.2 mg/per cápita consumidos en Europa y Norteamérica.

Para que estés más enterado de lo que significan analgésicos opioides, a continuación te compartimos seis mitos y verdades sobre ellos:

1. Mito: la mayoría de pacientes irremediablemente sufrirán dolor durante la etapa final de la vida.

Verdad: actualmente disponemos de medios seguros para el paciente que permitan llegar al final de la vida sin dolor.

2. Mito: los pacientes que usan opioides sufrirán adicción.

Verdad: si el paciente recibe opioides de manera segura y titulada, es poco probable que desarrolle adicción.

3. Mito: solo pueden ser usados en pacientes con cáncer o cercanos a la muerte.

Verdad: los opioides pueden ser utilizados en cualquier patología que condicione dolor moderado a severo u otros síntomas como falta de aire y diarrea, incluso en etapas tempranas de la enfermedad.

4. Mito: los efectos secundarios son mayores a los beneficios. Su uso es riesgoso.

Verdad: los efectos secundarios de los opioides son controlables y un médico entrenado puede indicar opioides de manera segura.

5. Mito: las dosis para controlar el dolor son similares en todos los pacientes.

Verdad: cada paciente y su percepción de dolor es diferente, por eso no existen dosis únicas para todos los pacientes.