Según científicos de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, estos compuestos pueden actuar sobre el mecanismo vinculado a la depresión y, además, agregan, pueden atravesar la barrera que en los mamíferos evita que lleguen al cerebro muchas sustancias.

En estudios previos, el profesor Birger Brodin y su equipo habían demostrado que las amarilidáceas (Amaryllidaceae), una familia de plantas perennes y bulbosas como el narciso, contienen compuestos alcaloides que pueden tener efectos en la serotonina, el neurotransmisor que se cree está involucrado en la depresión y otras enfermedades.

Ahora, en una nueva investigación publicada en Journal of Pharmacy and Pharmacology (Revista de Farmacia y Farmacología) los mismos investigadores demostraron que estos compuestos pueden llegar hasta el cerebro “negociando” la barrera hematoencefálica.

Esta barrera, ubicada entre los vasos sanguíneos y el sistema nervioso central, se encarga de impedir que muchas sustancias tóxicas y foráneas lleguen al cerebro, permitiendo a la vez el paso de oxígeno y otros nutrientes.

Tal como afirman los científicos, el paso por esta barrera es uno de los grandes desafíos en el desarrollo de nuevos medicamentos, ya que el 90% de los compuestos que pueden ser fármacos potenciales para el cerebro no pueden atravesarla.

Los científicos creen que esta proteína es la principal encargada de impedir la entrada de varios fármacos potenciales que podrían usarse para el tratamiento de enfermedades del sistema nervioso central.

Fuente: BBC