El hallazgo, que va en contra de lo que muchos científicos han estado diciendo durante décadas, ha desatado una controversia entre los expertos en obesidad.

Un crítico llamó los resultados “un montón de basura” y otro expresó que era “un horrible mensaje”.

Aunque éste no es el primer estudio que sugiere una asociación entre el peso y la mortalidad, sí es uno de los más grandes y más detallados que se han hecho.

La investigación, publicada en Journal of the American Medical Association (Revista de la Asociación Médica Estadounidense) fue realizada por científicos del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

La doctora Katherine Flegal y su equipo analizaron los datos de casi 100 estudios que habían sido realizados en todo el mundo.

Las investigaciones, que incluyeron a adultos con peso normal, con sobrepeso, obesidad y obesidad mórbida, compararon las tasas de mortalidad de los participantes con sus Índices de Masa Corporal (IMC), que es la forma como se mide la obesidad comparando el peso y la altura.

La medida de un IMC sano es entre 18,5 y 25. Sin embargo, el estudio encontró que la gente con un IMC de entre 25 y 30 (considerado sobrepeso) mostró 6% menos probabilidad de morir prematuramente que los que tenían un IMC saludable.

Las personas con obesidad moderada (con un IMC de entre 30 y 35) no mostraron diferencias en el riesgo de morir con aquellas con IMC sano.

Pero tener peso más bajo del normal u obesidad severa sí redujo la expectativa de vida, dicen los autores.

“Tener sobrepeso está asociado con un riesgo significativamente menor de morir por cualquier causa”, agregan.

Las posibles explicaciones para estos hallazgos, dicen los expertos, incluyen que quizás la gente con sobrepeso busca con más frecuencia tratamientos médicos, por ejemplo para controlar la presión arterial, o quizás el peso adicional ayuda a la gente a sobrevivir cuando está gravemente enferma en un hospital.

Los investigadores subrayan que sólo analizaron las muertes de los participantes y no los años que pasaron sanos o libres de enfermedades.

Fuente: BBC