La hipertensión arterial (HTA) es una enfermedad crónica que provoca en los vasos sanguíneos una alta tensión generada por la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos (arterias) al ser bombeada por el corazón.
Afectando al corazón, ya que cuanto más elevada es la tensión, más esfuerzo realiza este órgano para bombear la sangre. Una de las características de la patología es que no presenta síntomas claros o no se manifiestan en una etapa inicial.
Esta enfermedad es considerada el principal factor de riesgo modificable en el ACV. De hecho, las personas con HTA tiene un riesgo de 3 a 4 veces superior de aquellos que padecen otros males.
Para la Dra. Marla Gallo, Neuróloga Clínica y Endovascular, la debilitación de las arterias del cerebro, que se dan a raíz de la HTA, hace más propenso de que una persona sufra un ACV.
“El accidente cerebrovascular o también llamado ‘derrame cerebral’ es un evento patológico del cerebro, el cual se ocasiona cuando el flujo de sangre de una parte del cerebro se detiene. Si este flujo se interrumpe por varios segundos el cerebro no obtiene la sangre y el oxígeno que necesita generando así un daño permanente en el paciente si no se actúa con velocidad”, precisó la Dra. Gallo.
Por ello, la especialista recomienda medirse la presión de manera periódica para tener conocimiento de los niveles en el que se encuentra, tomar los medicamentos indicados por el médico tratante, pasar evaluaciones médicas, contar con una alimentación saludable, hacer actividad física, controlar el estrés, no tomar y tampoco fumar.