Una investigación llevada a cabo por la Fundación Joseph Rowntree en Inglaterra afirmó que los adolescentes que ven a sus padres tomar alcohol y emborracharse tienen el doble de riesgo de embriagarse.

Los expertos indican que el estudio reveló que: “Tanto lo que dicen los padres como la forma que se comportan tiene un fuerte impacto en el consumo de alcohol en los adolescentes, así como la regularidad y la cantidad que beben”.

En ese sentido, manifiestan que las probabilidades de que un adolescente se emborrache repetidamente “son mayores si ha visto a sus padres embriagados por la bebida, incluso si esto sólo ha ocurrido en algunas ocasiones”, informó BBC Mundo.