La hepatitis C es un factor de riesgo para el desarrollo de la diabetes mellitus tipo 2. Se ha comprobado además que la mortalidad por el virus C ha sobrepasado a la causada por el VIH en varios países.

Así lo señaló el médico Moisés Diago Madrid, jefe de la sección de Hepatología del Hospital General de Valencia, España, al precisar que el paciente con hepatitis C (VHC) tiene más posibilidades de hacerse diabético porque aumenta la resistencia a la insulina y se producen desarreglos en el metabolismo de la glucosa.

Durante el Curso internacional sobre hepatología organizado por la Asociación Peruana para el estudio del Hígado (APEH) realizado recientemente, el Dr. Diago afirmó que “Actualmente hay más personas infectadas por VHC que por VIH en el mundo, y también que la mortalidad debido a esta enfermedad está en aumento, a tal punto que es mayor que la ocasionada por el VIH.”

Asimismo indicó que un paciente, desde que se contagia con hepatitis C hasta que presenta síntomas, pueden pasar unos 25 ó 30 años, etapa en que un tercio de los afectados pueden desarrollar hepatitis crónica y diversos males como la cirrosis y el cáncer al hígado. Esto tiene como consecuencia, el aumento de los ingresos hospitalarios, pérdida de empleo y calidad de vida, mayores gastos en salud, además de requerir trasplantes de hígado.

¿Cómo combatir la enfermedad?

“Con los medicamentos convencionales se logra un 45% de efectividad en curación, pero con los nuevos tratamientos disponibles en Perú para el VHC, la tasa de respuesta llega a más de 80%. Es efectivo en las diversas fases de la enfermedad y reduce el tiempo de tratamiento a solo 24 semanas, especialmente en los que nunca han recibido tratamiento y en los que habiendo tenido una buena respuesta inicial al tratamiento convencional no lograron eliminar el virus y éste volvió a aparecer”, puntualizó el doctor Diago.

Añadió que el tratamiento es efectivo tanto en pacientes con una mínima lesión en el hígado como en aquellos que tienen cirrosis. La cura de la hepatitis C crónica evita que el paciente tenga las complicaciones serias arriba descritas. Además, la cura de la hepatitis C disminuye la posibilidad de desarrollar diabetes en aquellos pacientes que están predispuestos a tenerla. Dijo que si bien este es uno de los efectos más significativos de los nuevos tratamientos, se sabe que también influyen en disminuir el riesgo cardiovascular e inclusive de afecciones renales.

Mal silencioso

“Si algo caracteriza a la hepatitis C es que se trata de un mal tremendamente silencioso y uno se entera que lo padece cuando se hace un chequeo médico o análisis de sangre. Cuando uno ya tiene síntomas es un mal avanzado, por ejemplo cuando se hincha el vientre”, advirtió.

Otros síntomas a tomar en cuenta son fatiga, fiebre, disminución del apetito, náuseas, vómitos, dolor articular y abdominal, orina de color oscuro, e ictericia (coloración amarilla de la piel y de la parte blanca de los ojos).

En nuestro país se estima que el 1% de la población padece esta enfermedad, es decir alrededor de 300 mil personas, la mayor parte de las cuales no recibe tratamiento y ni siquiera están diagnosticadas, además de carecer de un programa público de salud efectivo para enfrentar este mal.

El especialista español fue uno de los participantes en el Curso Internacional de Hepatología 2015 Rolando Figueroa Barrios, organizado por la Asociación Peruana para el Estudio del Hígado donde estuvieron presentes expertos nacionales e internacionales analizando la problemática de los diferentes males hepáticos y sus nuevas opciones de tratamiento.

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