Algo que es común en esta época del año es que la mayoría de personas suelen confundirse entre una gripe y un resfriado común, por lo que muchos se descuidan y corren el riesgo de contraer una neumonía y otras complicaciones a la salud.

Según la doctora Doris La Chira, neumóloga del Hospital Sisol de La Victoria, el resfrío es más leve y comúnmente se presenta con dolor de garganta, tos, congestión y secreción nasal. En el caso de la gripe, los síntomas se presentan de manera más agresiva, fuerte dolor de garganta, cabeza, oídos, fiebre, escalofríos, ojos rojos e incluso dolor de articulaciones.

En el segundo caso, los síntomas en lugar de disminuir pueden acentuarse y presentarse con mayor frecuencia hasta derivar en una neumonía u otras complicaciones en las vías respiratorias; por lo que se recomienda acudir rápidamente a un centro de salud para iniciar un tratamiento con medicamentos.

El riesgo es mayor en personas con anemia, enfermedades crónicas, insuficiencia cardíaca y renal, VIH-SIDA, además de niños y ancianos debido a que tienen bajas defensas.

La especialista afirmó que si bien hay un mayor número de casos de resfriado, este fácilmente puede complicarse y derivar en una gripe o en una neumonía si no se tiene calidad de vida, buena alimentación y ambientes adecuados sin contaminación.

Dijo que a diferencia de la gripe, una persona con resfrío puede seguir haciendo sus actividades con normalidad, aunque no es recomendable porque la gripe es contagiosa y se trasmite fácilmente a través del aire, por lo que se recomienda usar mascarillas y evitar asistir a lugares cerrados.

Además, el resfriado común desaparece poco a poco y dura como máximo entre 7 a 10 días, y no requiere de un tratamiento, simplemente abrigarse, consumir medicamentos caseros y vitaminas A, B, y C que refuerzan el sistema inmunológico.

Para la gripe, en cambio, existen vacunas que cada año se renuevan y que deben aplicarse por prescripción médica. “No es recomendable automedicarse”, manifestó la especialista.

EL DATO

El resfriado común y la gripe se caracterizan porque atacan las vías respiratorias altas como son nariz, garganta, faringe, laringe y oídos; mientras que la neumonía ataca a los pulmones y el tratamiento es médico, de preferencia en condiciones de hospitalización porque es la vida del paciente la que está en peligro.