Las personas adictas a los juegos de azar (ludópatas) presentan anomalías en su funcionamiento cerebral que afectan a su capacidad de tomar decisiones, revela una investigación realizada en la Universidad de Granada.

Para el estudio, los investigadores analizaron las similitudes y diferencias psicológicas y de funcionamiento cerebral que existen entre las personas adictas a la cocaína y los ludópatas.

Según sus resultados, la cocaína tiene la capacidad de generar efectos perjudiciales acumulativos sobre el funcionamiento de áreas del cerebro (cíngulo anterior y parte de la corteza prefrontal) necesarias para el correcto control de impulsos.

Aunque estos efectos negativos sobre el correcto control de impulsos no están presentes en los jugadores, estos sí manifiestan otras anomalías en su funcionamiento cerebral, localizadas también en áreas de la corteza prefrontal.

Estas anomalías están relacionadas con la gravedad del trastorno, y afectan a su capacidad de tomar decisiones.

Además, en los voluntarios que participaron en la investigación se observó también que la tendencia a tomar malas decisiones se incrementa significativamente cuando se experimentan emociones negativas como ansiedad o tristeza.

Fuente: Abc.es