La es una hormona producida por el páncreas que ayuda a regular los niveles de la glucosa en la sangre y a transformarla en energía. Cuando no cumple sus funciones o el organismo no la desarrolla adecuadamente aparece la .

En esos casos, la persona afectada debe inyectarse la insulina, la cual usualmente no necesita ser guardada en un aparato especial porque tiene conservadores; sin embargo, debido a las altas temperaturas del verano deben tomarse otras medidas.

Por tal motivo, Rosario Sánchez, químico farmacéutica y jefa de calidad de Sanofi, brinda algunos consejos para mantener y conservar este medicamento durante la estación.

1. Luego de usarla, mantenerla por 4 semanas (máximo) a una temperatura de ambiente (por debajo de 30°C), protegida de la luz y el calor directo.

2. Si no ha sido utilizada, lo ideal es tenerla en un lugar refrigerado a una temperatura entre los 2°C y 8ºC.

3. Evaluar de manera regular las condiciones del producto. Si notas que la medicina no luce transparente, cambió su color, consistencia o tiene grumos es mejor dejar de usarla.

4. Desechar el producto cuando cumpla su tiempo de uso (entre 4 a 6 semanas después de abierto).

5. Si viajas, lo ideal es colocar la insulina en un estuche especial para que así evites que se vea afectada por la luz solar o corrientes de aire.