La mellitus es una enfermedad crónica y progresiva que se caracteriza por elevados niveles de azúcar en sangre, que afecta a nivel mundial, indistintamente a su edad, sexo y lugar de procedencia.

Existen dos tipos de diabetes mellitus, la más frecuente es el tipo 2, aquella en la que la secreción de la hormona insulina es insuficiente o inefectiva en su accionar, explica Jamee Guerra, docente de Nutrición y Dietética de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP).

“Si bien para el desarrollo de la enfermedad existen factores genéticos, es la exposición ambiental la que dispara la aparición de la misma. Dentro de estos factores medioambientales destacan la inactividad física, así como una alimentación poco adecuada”, indica.

Respecto a la alimentación, es importante escoger aquella que ayudará a enfrentar este padecimiento. En ese sentido, el docente nos comparte 5 que son claves en la dieta de una persona con diabetes. ¡Toma nota!

1. Pescados oscuros

Aportan un gran contenido de proteínas de buena calidad y digestión que ayudan a preservar la masa muscular. Son fuente de ácidos grasos Omega 3, específicamente de EPA y DHA, que mejoran la función de la insulina y reducen el estado inflamatorio de la enfermedad.

2.Menestras

El contenido de fibra ayuda a reducir el impacto de los carbohidratos en la glucemia del paciente, por lo que es trascendente en la incorporación del plan alimentario.

3.Avena

El contenido de su fibra soluble (beta lactanos) permite reducir la reabsorción de colesterol de las sales biliares, lo que fomenta un descenso de las cifras del LDL. Ello ayuda a mejorar mucho el perfil cardiovascular del paciente con diabetes mellitus.

4.Lácteos

A pesar de la gran controversia que existe alrededor de estos alimentos, los lácteos son una excelente fuente de calcio y proteínas de alto valor nutritivo.

La digestibilidad y absorción de sus proteínas es alta, lo que permite mantener la masa muscular tan importante en el proceso de regulación de la glicemia en pacientes con .

5.Alimentos de gran contenido de polifenoles (antioxidantes)

Entre ellos destaca el , hortalizas verdes, fresas, nueces, kiwi, manzana, arándanos y maíz morado. Todos ellos, al tener gran contenido de polifenoles, reducen el estado oxidativo e inflamatorio crónico que caracteriza a esta enfermedad. Por ello su inclusión en la dieta es clave.